En la actualidad las empresas tienen interés en demostrar la existencia de políticas corporativas destinadas a contribuir con la sociedad. Los programas bajo la denominación de responsabilidad social corporativa u otra semejante se enfocan en ello. Sin embargo, ello no siempre es suficiente. Por lo tanto, se requiere ir más allá de la responsabilidad social corporativa .
Las empresas no solo requieren demostrar su compromiso con la sociedad. Por eso, ellas deben anticiparse en aquello que la sociedad les requiere o les puede requerir. Para ello, deben conocer los impactos que su actividad tiene en el medio. Este impacto puede ser positivo o negativo o puede ser percibido en una u otra forma.
Resulta fundamental para las empresas identificar de manera temprana aquellos impactos que de manera real o percibida pueden tener para ella un impacto negativo. La existencia de una eventual consecuencia negativa puede ser la fuente de procesos legales en contra de la empresa. Por ello, la importancia de anticiparse.
Los procesos judiciales promovidos en contra de una empresa afectan al prestigio de la misma. Así, no resulta importante si ésta tiene o no la razón. Para la empresa lo relevante es la forma en que los consumidores o usuarios la perciben frente a la acusación o reclamo realizado. Esta percepción siempre es favorable a aquel que se le tiene como el débil.
En este sentido, el trabajo de los abogados y otros profesionales es fundamental. La misión fundamental radica en la identificación temprana de cualquier riesgo. Una vez identificado, deben adoptar un plan estratégico para eliminar el potencial riesgo. Finalmente, se debe ejecutar dicho plan estratégico.
La existencia de este plan estratégico no elimina la posibilidad de acciones judiciales, pero primero reduce las posibilidades y luego de presentarse se conoce con anticipación la forma de actuar. En este sentido, se requiere ir más allá de la responsabilidad social corporativa .